Como ya conocemos la Ley Orgánica 3/2018 de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales, que entró en vigor el 5 de diciembre de 2018, nos dice que todos los datos personales de los usuarios deben ser protegidos por todas las personas físicas o jurídicas, así como las entidades privadas o públicas que utilicen datos personales de terceros en el desarrollo de su actividad empresarial o profesional.
Además debemos saber que se considera “dato personal” a todo dato informativo capaz de hacer identificada o identificable a una persona física.
Pero, ¿Cómo tratar correctamente los datos de terceros en nuestra empresa?
Debemos tener en cuenta que por lo general, las empresas tratan datos de clientes, empleados, proveedores y posibles empleados o candidatos.
Toda esa información que recogemos y utilizamos para desarrollar una actividad empresarial, está bajo nuestra responsabilidad darle un uso responsable. Por ello, es importante contar un manual de protección de datos adaptado a la empresa que indique las medidas de seguridad y uso responsable de los datos que vamos a tratar.
Como bien sabemos, cada vez tratamos más datos de forma digital. Y tomar unas buenas medidas de seguridad es importante. Para evitar futuras sanciones, por ejemplo:
- Concienciar a los empleados de hacer un buen uso de los datos y así evitar filtraciones de datos de clientes, proveedores u otros empleados.
- Formar a los empleados en materia de protección de datos para que conozcan correctamente las buenas prácticas.
- Como comentábamos anteriormente, elaborar un protocolo de protección de datos para tu empresa.
- Siempre contar con un consentimiento escrito y firmado por la otra parte donde se informe y autorice la finalidad y como se van a tratar sus datos de carácter personal.
- También contamos con las medidas de seguridad digitales (copias de seguridad, claves y contraseñas en equipos, antivirus…)
Resumiendo, la protección de datos de los clientes es una labor que implica la implementación de diferentes medidas técnicas y organizativas por parte de la empresa y sus responsables, además de formar y concienciar a los empleados de la importancia de mantener la confidencialidad de la información personal de los clientes.
Es una labor que puede resultar compleja, especialmente cuando no se tienen conocimientos suficientes en materia de protección de datos y su normativa. Por ello, lo más recomendable es realizar una consultoría de protección de datos, para asegurar que tu empresa cumple con todas sus obligaciones, pero sobre todo, que mantiene seguros los datos personales de tus clientes y conservas la confianza que han depositado en ti y tu negocio.
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